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Medicina Cr�tica

ISSN 2448-8909 (Impreso)
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2024, Número 3

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Med Crit 2024; 38 (3)


Correlaci�n de los niveles de calcio ionizado y exceso de base con el volumen de sangrado en hemorragia obst�trica mayor en UCI

Medina L�pez, Jorge Luis1; R�os Palomino, Mar�a Alejandra1
Texto completo Cómo citar este artículo 10.35366/117779

DOI

DOI: 10.35366/117779
URL: https://dx.doi.org/10.35366/117779
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Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 18
Paginas: 169-175
Archivo PDF: 274.79 Kb.


PALABRAS CLAVE

hemorragia, obstetricia, calcio ionizado.

RESUMEN

Introducci�n: la hemorragia obst�trica contin�a siendo la principal causa de morbilidad y mortalidad materna a nivel mundial, siendo mayor en pa�ses en v�as de desarrollo. Ocurre en 5% de todos los nacimientos y ocasiona 140,000 muertes al a�o, que equivalen a una muerte cada 4 minutos. La mayor�a de las muertes se dan dentro de las primeras 4 horas postparto. La hemorragia obst�trica es un problema de salud y tiene una alta incidencia de morbilidad y mortalidad en pa�ses de bajo y mediano desarrollo econ�mico. Es importante identificar factores que pueden contribuir a disminuir el riesgo de sangrado obst�trico. Como veremos en este trabajo, el calcio es un cofactor de la coagulaci�n que esta en relaci�n a la producci�n de un coagulo de calidad, as� como tambi�n es un ion que ha estado implicado en la mejor�a en el tono uterino. En el presente trabajo pretendemos determinar si los niveles de calcio ionizado asi como los niveles de exceso de base estan en estrecha relaci�n con el volumen total del sangrado ante un parto o ces�rea que ha presentado hemorragia obst�trica mayor. Objetivo: el calcio es un cofactor de la coagulaci�n que est� en relaci�n a la producci�n de un co�gulo de calidad, as� como tambi�n es un ion que ha estado implicado en la mejor�a en el tono uterino. El objetivo principal de este estudio es determinar si existe una correlaci�n lineal entre los niveles de calcio ionizado y exceso de base con el volumen sangu�neo en hemorragia obst�trica. Material y m�todos: se desarroll� un estudio observacional, correlacional, unic�ntrico, retrospectivo, se incluyeron 54 pacientes ingresadas a la UCI obst�trica con diagn�stico de hemorragia obst�trica mayor donde se realiz� un an�lisis de correlaci�n de Pearson para las variables de niveles de calcio ionizado, exceso de base y volumen sangu�neo. Resultados: se encontr� significancia estad�stica entre el calcio ionizado, exceso de base y el volumen sangu�neo, obteniendo que la correlaci�n con mayor potencia fue la de calcio ionizado -0.34, para el exceso de base obtuvimos una correlaci�n d�bil de -0.29. Conclusi�n: existe correlaci�n inversa entre niveles de calcio ionizado, exceso de base con el volumen de sangrado en hemorragia obst�trica.



ABREVIATURAS:

  • ACOG = Colegio Americano de Obstetras y Ginec�logos.
  • FXIII = factor XIII de coagulaci�n.
  • HAP = hemorragia anteparto.
  • HOG = hemorragia obst�trica grave.
  • HPP = hemorragia postparto.
  • HPPM = hemorragia mayor postparto.
  • iCa = calcio ionizado.
  • PAM = presi�n arterial media.
  • RCOG = Royal College of Obstetricians and Gynaecologists.
  • RVS = resistencia vascular sist�mica.
  • TCA = tiempo de coagulaci�n activado.
  • TP = tiempo de protrombina.
  • UCI = unidad de cuidados intensivos.



INTRODUCCI�N

La hemorragia obst�trica grave (HOG) es la principal causa de morbilidad y mortalidad materna en todo el mundo. La gran mayor�a de las muertes se producen en pa�ses con pocos recursos. Sin embargo, la hemorragia postparto (HPP) provoca morbilidad grave en todos los entornos sanitarios, incluido el fallo multiorg�nico, la histerectom�a postparto y el trauma psicol�gico a largo plazo, lo que contribuye a generar enormes costes econ�micos y sociales.

En Reino Unido e Irlanda, las muertes por hemorragia fueron la segunda causa m�s com�n de muertes maternas directas, con una tasa de 0.64 (0.35 y 1.08) por 100,000.1 En Gales, la incidencia de HPP superior a 1,000 mL fue de 8.6% cuando se midi� mediante una t�cnica cuantitativa, y 1.3% de las mujeres sufrieron una p�rdida de sangre de m�s de 2,000 mL.

Las definiciones de lo que constituye una hemorragia materna no est�n universalmente consensuadas. La hemorragia anteparto (HAP) se produce a partir de las 24 semanas de gestaci�n, y ocurre entre 3 y 5% de todos los embarazos. El Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG) ha definido la hemorragia mayor postparto (HPPM) como una hemorragia de 500-1,000 mL sin signos de choque, y la HPP masiva como una hemorragia de 1,000 mL y/o hemorragia de cualquier volumen con signos cl�nicos de choque. La unidad uteroplacentaria funciona como un lecho vascular de alto flujo y baja resistencia, y a t�rmino recibe 25% del gasto cardiaco. Por consiguiente, en el momento del parto pueden perderse r�pidamente grandes vol�menes de sangre.2

El Colegio Americano de Obstetras y Ginec�logos (ACOG) recomienda que la p�rdida de sangre superior a 500 mL tras un parto vaginal debe desencadenar mayor vigilancia mientras se investiga simult�neamente la causa.3 Las definiciones actuales de hemorragia postparto grave dificultan la identificaci�n precoz de las mujeres con alto riesgo de resultados adversos. Las adaptaciones de las definiciones y el uso de herramientas cl�nicas como el �ndice de choque y los sistemas de alerta temprana pueden facilitar esta identificaci�n precoz. En segundo lugar, las intervenciones quir�rgicas y radiol�gicas para prevenir la histerectom�a no siempre tienen �xito. Es necesario conocer mejor la influencia de las caracter�sticas de la paciente y de la hemorragia en las tasas de �xito de estas intervenciones. Los escasos datos sugieren que el taponamiento intrauterino con bal�n a tiempo puede mejorar los resultados maternos, mientras que la embolizaci�n arterial a tiempo no parece estar relacionada con los resultados maternos. En tercer lugar, la reanimaci�n con l�quidos cristaloides y coloides es inevitable en las primeras fases de la hemorragia postparto, pero puede provocar una coagulopat�a dilucional. Se desconocen los efectos de los diferentes vol�menes de l�quidos claros sobre la aparici�n de coagulopat�a dilucional y los resultados maternos. En cuarto lugar, es necesario comprender mejor el diagn�stico y la correcci�n de la coagulopat�a durante la hemorragia postparto. Los bajos niveles de fibrin�geno plasm�tico al inicio de la hemorragia postparto predicen la progresi�n a una hemorragia grave, pero las pruebas est�ndar de coagulaci�n no son eficaces. Estudios cualitativos muestran que la gravedad de la hemorragia no s�lo depende del volumen de la p�rdida de sangre, sino tambi�n de la velocidad de la hemorragia y de la respuesta fisiol�gica a la hemorragia.4

Las principales causas de HOG son la aton�a uterina, la placenta retenida, la placenta previa, la placenta accreta, el desprendimiento prematuro de placenta, los traumatismos con rotura uterina o los traumatismos del tracto genital inferior y la coagulopat�a primaria. Desde un punto de vista cl�nico, las causas de la HPP se resumen en las 4 "T": trauma (del canal del parto), tejido (restos de placenta o trozos de placenta), tono (disminuci�n del tono muscular uterino: aton�a) y trombina (coagulopat�a). Las mujeres con HOG previa en el �ltimo embarazo, anemia preexistente, ces�rea previa, gestaci�n m�ltiple, fibroma uterino, preeclampsia, mujeres obesas, corioamnionitis y macrosom�a fetal tienen un mayor riesgo de padecer HOG.4

El calcio es un cofactor esencial en la cascada de la coagulaci�n y la hipocalcemia se asocia de forma independiente con una menor resistencia del co�gulo in vitro en pacientes con hemorragia. Estudios recientes en v�ctimas de traumatismos mostraron que la hipocalcemia al ingreso es frecuente y se asocia con resultados adversos. Algunos estudios sugieren que el calcio puede desempe�ar un papel en la contracci�n uterina. Las funciones del calcio en el tono uterino y la coagulaci�n sugieren que puede ser un marcador biol�gico significativo en la HPP.1

En el transcurso del embarazo se producen una serie de cambios fisiol�gicos notables, cuyo objetivo es preservar la homeostasis materna y, al mismo tiempo, facilitar el crecimiento y el desarrollo del feto. Estos cambios, que tienen implicaciones directas en el metabolismo del calcio, incluyen el descenso del nivel de alb�mina, la expansi�n del volumen de l�quido extracelular, el aumento de la funci�n renal y la transferencia placentaria de calcio. La homeostasis del calcio es un proceso complejo en el que intervienen el calcio y tres hormonas calcitr�picas: la hormona paratiroidea, la calcitonina y la 1,25-dihidroxivitamina D 3 (1,25(OH)2D). Las concentraciones s�ricas totales disminuyen durante el embarazo debido a la hemodiluci�n. Este descenso se produce principalmente en las concentraciones del calcio total y debido al descenso de la alb�mina s�rica. Los niveles de calcio ionizado no difieren de los de las mujeres no embarazadas. Sin embargo, los niveles sangu�neos constantes de calcio se mantienen mediante un mecanismo de control homeost�tico. La respuesta homeost�tica del calcio durante el embarazo incluye aumento de la absorci�n intestinal de calcio, aumento de la excreci�n urinaria de calcio y aumento del recambio �seo. El esqueleto de un reci�n nacido contiene aproximadamente 20-30 g de calcio.5

Los iones de calcio (Ca2+) desempe�an un papel fundamental en la regulaci�n estricta de la cascada de la coagulaci�n, que es primordial para el mantenimiento de la hemostasia.6 Adem�s de la activaci�n plaquetaria, los iones de calcio son responsables de la activaci�n completa de varios factores de coagulaci�n, incluido el factor XIII de coagulaci�n (FXIII).4 El FXIII es responsable de la reticulaci�n covalente de la prote�na de coagulaci�n; asimismo, es responsable de la reticulaci�n covalente de los co�gulos de fibrina preformados, impidiendo su fibrin�lisis prematura y manteniendo la arquitectura y resistencia del co�gulo. El FXIII circula en el plasma como una protransglutaminasa heterotetram�rica (pFXIII), complejo FXIII-A2B2 compuesto por subunidades dim�ricas de FXIII-A catal�tico y FXIII-B4-7 protector/regulador. Aunque la subunidad catal�tica FXIII-A presenta varias similitudes estructurales y de secuencia con otras transglutaminasas, tambi�n es �nica en aspectos espec�ficos. A diferencia de otros miembros de la familia de las transglutaminasas, el FXIII-A es la �nica mol�cula activada por una combinaci�n de uni�n al calcio y escisi�n proteol�tica por trombina de una regi�n N-terminal de 37 amino�cidos [p�ptido de activaci�n (FXIII-AP)]. Adem�s, tambi�n es la �nica transglutaminasa cuya mol�cula funcional es un complejo, a diferencia de otras transglutaminasas que son monom�ricas.7

En un estudio reciente realizado en la India, la hipocalcemia total se asoci� significativamente con el BPN, pero no tuvo una relaci�n estad�sticamente significativa con el parto prematuro, la preeclampsia y la mortalidad neonatal. En otros estudios se han obtenido resultados similares que muestran una asociaci�n no estad�sticamente significativa entre la preeclampsia y la hipocalcemia total. Los resultados anteriores siguen siendo controvertidos, ya que existen pruebas contrastadas que sugieren una asociaci�n significativa entre los niveles de calcio y las enfermedades hipertensivas durante el embarazo.8 Se ha demostrado que la administraci�n de cloruro c�lcico intravenoso eleva la presi�n arterial media (PAM), la resistencia vascular sist�mica (RVS) y la contractilidad cardiaca en pacientes sometidos a anestesia. Adem�s, aunque no se ha evaluado el efecto uterot�nico cl�nico del CaCl2 intravenoso, se ha observado que su administraci�n aumenta significativamente la frecuencia, el tono y la contractilidad de tiras aisladas de m�sculo uterino de rata in vitro.9 La morbilidad materna grave se manifiesta mediante el ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o la transfusi�n masiva de hemoderivados. La HPP representa la mitad de los ingresos obst�tricos en la UCI.10

Por lo tanto, un nivel �ptimo de calcio s�rico es muy importante para la contracci�n uterina y un nivel demasiado bajo de calcio provoca una contracci�n reducida. La mayor incidencia de aton�a uterina y HPP tras la administraci�n de oxitocina ex�gena durante el aumento del trabajo de parto est� relacionada con la desensibilizaci�n del receptor de oxitocina (OTR) miometrial a la oxitocina. El calcio es un factor importante en la contracci�n muscular tras la administraci�n de oxitocina. Se sabe que un nivel fisiol�gico de calcio proporciona una contractilidad �ptima al miometrio normal y se ha sugerido que la optimizaci�n del calcio s�rico minimizar� los efectos de la desensibilizaci�n miometrial sobre la contracci�n uterina con el uso de oxitocina.

El rango s�rico normal para el calcio total es de 8.0-10. Aproximadamente la mitad de este total es calcio ionizado (1.1 y 1.5 mmol/L). Los niveles de calcio s�rico total pueden no reflejar con exactitud el nivel de calcio ionizado. Es el calcio ionizado el que determina la normalidad del estado fisiol�gico. Por lo tanto, se prefiere la medici�n del calcio ionizado para la toma de decisiones cl�nicas.11 La coagulaci�n desempe�a un papel importante en la hemostasia postparto. Los trastornos primarios y, sobre todo, secundarios de la coagulaci�n son factores de riesgo de HPP que no se han evaluado suficientemente. La hipercoagulabilidad inducida por el embarazo tiende a reducir el riesgo de hemorragia de forma natural. Las alteraciones de la coagulaci�n relacionadas con el embarazo se manifiestan por un aumento progresivo y significativo del nivel de fibrin�geno, mientras que los indicadores est�ndar, como el tiempo de protrombina (TP) y el tiempo de coagulaci�n activado (TCA) var�an poco.12 Junto con la mejora de las pr�cticas de medicina transfusional, el uso de concentrados de factores de coagulaci�n e inhibidores de la fibrin�lisis para reducir la hemorragia ha experimentado cambios importantes en la �ltima d�cada. El fibrin�geno desempe�a un papel fundamental en la cascada de la coagulaci�n. En el contexto de una hemorragia activa, el fibrin�geno es el primer factor de coagulaci�n que desciende a niveles cr�ticos. Un nivel bajo de fibrin�geno s�rico es un predictor precoz de hemorragia postparto grave y debe alertar a los cl�nicos en consecuencia.13

El calcio es un cofactor crucial en muchas de las reacciones de la cascada de la coagulaci�n y es necesario para la formaci�n de fibrina a partir del fibrin�geno, la conversi�n de protrombina en trombina y como cofactor de los factores V, VII, VIII, IX, X y XIII.2 A pesar de este papel fundamental, de manera sorprendente se ha prestado poca atenci�n a las relaciones dosis-respuesta entre el calcio y el proceso global de la coagulaci�n. Para muchas de las reacciones de la cascada de la coagulaci�n, la concentraci�n de iones de calcio necesaria est� muy por debajo de la concentraci�n fisiol�gica de calcio ionizado (Ca2+), por lo que las variaciones de Ca2+ tienen escasa repercusi�n en la activaci�n individual de los factores. Se suele afirmar que "en el organismo vivo, la concentraci�n de iones de calcio rara vez desciende lo suficiente como para afectar de forma significativa a la cin�tica de la coagulaci�n sangu�nea". Sin embargo, existen pruebas de que la concentraci�n de iones de calcio en el organismo vivo puede afectar de forma significativa a la cin�tica de la coagulaci�n sangu�nea.

Por otro lado, existen pruebas de que el calcio puede ejercer efectos relevantes desde el punto de vista cl�nico sobre la coagulaci�n en determinadas circunstancias. Aunque se ha estudiado el papel del calcio en la cin�tica de generaci�n de trombos, el efecto del calcio en la coagulaci�n de la sangre total no se ha investigado de manera adecuada, aparte de los estudios sobre la mezcla de sangre citratada con soluciones que contienen calcio.14 No obstante, cuando se produce una hemorragia grave durante la intervenci�n quir�rgica, los factores de coagulaci�n no disminuyen de forma predecible. Por el contrario, de forma reciente se inform� que el nivel de fibrin�geno disminu�a antes que el de otros factores de coagulaci�n sangu�nea. Stinger y colegas informaron que la relaci�n entre fibrin�geno y gl�bulos rojos empaquetados estaba independientemente asociada con la mortalidad (odds ratio [OR] 0.37, intervalo de confianza [IC] de 95% 0.171-0.812, p = 0.013), y que la incidencia de muerte por hemorragia fue significativamente mayor en el grupo de relaci�n F/R baja que en el grupo de relaci�n F/R alta, con tasas de mortalidad de 85% (23/27) frente a 44% (21/48), respectivamente.15 El an�lisis de los gases en sangre es de gran valor para evaluar el estado y el pron�stico de los pacientes en estado cr�tico, as� como en pacientes con traumatismos m�ltiples. El exceso de base, el lactato y el pH de los gases sangu�neos pueden reflejar el ambiente interno de los pacientes, y los pacientes traumatizados suelen presentar cambios significativos en los par�metros mencionados. Estudios previos han demostrado que los tres indicadores pueden evaluar el estado y predecir el pron�stico, pero hay pocos estudios comparativos sobre los valores predictivos de estos marcadores en la poblaci�n traumatizada.16 Los trastornos de la hemostasia primaria y secundaria exponen a la embarazada, y a veces al neonato, al riesgo de hemorragia y otras complicaciones.17 Los protocolos de respuesta ante hemorragia han sido reconocidos e introducidos con �xito en una amplia gama de especialidades m�dicas, donde las transfusiones de sangre son un tema importante, incluyendo anestesiolog�a, cirug�a ortop�dica, cirug�a cardiaca o traumatolog�a. Aunque el embarazo y la obstetricia han sido reconocidos como un campo importante de hemorragias potenciales y necesidad de transfusiones de sangre, todav�a hay poca conciencia entre los obstetras sobre la importancia del equipo de respuesta r�pida en esta �rea.18



JUSTIFICACI�N

La hemorragia obst�trica contin�a siendo la principal causa de morbilidad y mortalidad materna a nivel mundial, siendo mayor en pa�ses en v�as de desarrollo. Ocurre en 5% de todos los nacimientos y ocasiona 140,000 muertes al a�o, que equivalen a una muerte cada 4 minutos. En el Reino Unido la incidencia de hemorragia obst�trica fue reportada de 8.6%. En un estudio realizado en un hospital del estado de Nuevo Le�n, M�xico, se report� una incidencia de HPP de 0.17%, con una media de sangrado de 2,088.39 mL, 3.98 paquetes globulares transfundidos y 5.27 d�as de estancia intrahospitalaria por paciente. La mayor�a de las muertes se dan dentro de las primeras 4 horas postparto. La hemorragia obst�trica es un problema de salud y tiene alta incidencia de morbilidad y mortalidad en pa�ses de bajo y mediano desarrollo econ�mico. Este trabajo puede aportar conocimientos que pudieran enfatizar en el tratamiento de calcio intravenoso y mejorar las condiciones h�dricas de las pacientes con intenci�n de disminuir la incidencia de hemorragia obst�trica. Es viable dicho estudio, ya que el calcio ionizado (iCa) y el exceso de base est�n implicados en las gasometr�as que se toman de rutina en la reanimaci�n de una paciente con hemorragia obst�trica.

Hip�tesis: los niveles bajos de iCa y negativos de exceso de base tiene correlaci�n con el volumen de sangrado en la hemorragia obst�trica mayor.

Objetivo primario: determinar si los niveles de iCa tienen correlaci�n con el volumen de sangrado en la hemorragia obst�trica mayor.

Objetivos secundarios: 1. Identificar si el exceso de base negativo tiene correlaci�n con el volumen de sangrado en la hemorragia obst�trica mayor. 2. Describir la estad�stica de la poblaci�n en estudio (tendencia central).



MATERIAL Y M�TODOS

Se trata de un estudio observacional, correlacional, retrospectivo, transversal, anal�tico, en un hospital general dedicado a la mujer. La poblaci�n fue toda paciente embarazada que cumpli� con la definici�n operacional de sangrado obst�trico mayor que es un sangrado > 1,000 mL posterior a la resoluci�n del embarazo sea v�a vaginal o v�a ces�rea, que ingres� a la UCI del Hospital de la Mujer durante el periodo de enero de 2023 a diciembre de 2023. Se realiz� c�lculo de muestra finita con un nivel de confianza de 95%, se evaluaron expedientes de mujeres que cumplieron con la definici�n operacional de sangrado obst�trico mayor y se evalu� la correlaci�n entre los niveles de iCa y el exceso de base con el volumen de sangrado en hemorragia obst�trica con un an�lisis de correlaci�n de Pearson para identificar si existe relaci�n estad�stica entre las variables a estudiar.

Criterios de inclusi�n: expedientes completos y de pacientes obst�tricas que cumplieron con la definici�n de hemorragia obst�trica mayor en el plazo de julio de 2023 a diciembre de 2023 y que contaron con una gasometr�a al momento del inicio de la hemorragia.

Criterios de exclusi�n: expedientes incompletos o de pacientes que no cumplieron con la definici�n operacional de hemorragia obst�trica en el plazo de julio de 2023 a diciembre de 2023.

Criterios de eliminaci�n: expedientes que no contaran con gasometr�a al inicio de la hemorragia obst�trica.

Procedimiento: se evaluaron expedientes de pacientes que cumplieron con la definici�n de sangrado obst�trico mayor o hemorragia postparto grave ingresadas a la UCI, se identific� la primer muestra de gasometr�a al inicio del sangrado de donde se recabaron los niveles de iCa y de exceso de base, se evalu� en la nota postquir�rgica y postanest�sica el volumen del sangrado estimado. Se recabaron los datos en una hoja de Microsoft Excel en la computadora del analizador.

Plan de an�lisis de los datos: el an�lisis de los datos se llev� a cabo en el software XLSTAT 2023.3.0.1415 para Windows, se hizo un an�lisis de correlaci�n de Pearson para identificar si existi� correlaci�n y significancia estad�stica entre las variables que se analizaron. No aplica codificaci�n de datos, puesto que ambas variables son de caracter�stica cuantitativa continua.

Aspectos �ticos y de bioseguridad: se cumplieron los aspectos de confidencialidad y anonimato de la base de datos de los pacientes utilizando una codificaci�n num�rica; el resguardo de la base de datos se encuentra en la computadora personal del investigador y el archivo se encuentra protegido con contrase�a. El riesgo del estudio es m�nimo, ya que no se trata directamente con pacientes, sino con sus archivos y expedientes pese a lo cual se requiere verificaci�n de existencia de consentimiento informado completamente requisitado y firmado antes de captura de datos. Este estudio est� apegado a los principios bio�ticos establecidos de acuerdo a la declaraci�n de Helsinki, C�digo de Nuremberg, as� como normas nacionales e internacionales vigentes, incluyendo la NOM-012-SSA-2012 que establece los criterios para la ejecuci�n de proyectos de investigaci�n para la salud en seres humanos y las pautas CIOMS.



RESULTADOS

En el presente estudio se analizaron los datos de la UCI del Hospital de la Mujer, encontrando una poblaci�n de 54 ingresos de pacientes embarazadas en el lapso de enero de 2023 a diciembre de 2023 se realiz� c�lculo de muestra finita arrojando una muestra de 51 pacientes con un nivel de confianza de 95%, nuestra muestra total de pacientes que cumplieron la definici�n de hemorragia obst�trica mayor fue de 53 pacientes.

Se realiz� un an�lisis de correlaci�n de Pearson para las variables de niveles de calcio ionizado, exceso de base y volumen sangu�neo, los resultados fueron los siguientes: la muestra de pacientes fue de 53 pacientes que corresponde a 98.1% de los ingresos a la UCI; en 40 pacientes se asoci� como causa de la hemorragia obst�trica la aton�a uterina, en 10 pacientes fue asociada a trauma del canal vaginal y en tres a restos placentarios. La edad promedio fue de 26, el rango m�nimo fue de 17 y la edad m�xima de 40 a�os. El volumen m�nimo sangu�neo detectado fue de 1,000 mL y el m�ximo fue de 15,000 mL. Los niveles m�nimos de calcio ionizado detectados fueron de 0.5 mmol/L y los valores m�ximos fueron de 1.5 mmol/L, media de 0.85 mmol/L. Para el an�lisis descriptivo de exceso de base encontramos que los valores negativos m�ximos fueron de -23.5 y los valores positivos m�ximos fueron de 3.7 (Tabla 1).

En el an�lisis de correlaci�n del calcio ionizado y el volumen sangu�neo se demostr� una correlaci�n de Pearson de -0.34 con un �ndice de valor p de 0.012 (Figura 1). Se realiz� un segundo an�lisis de correlaci�n para el exceso de base y el volumen sangu�neo demostrando una correlaci�n de -0.29 con un �ndice valor p de 0.034, siendo estad�sticamente significativas ambas correlaciones (Figura 2).



DISCUSI�N

En este estudio investigamos la correlaci�n que existe entre los niveles de calcio ionizado, el exceso de base con el volumen de sangrado en las pacientes con hemorragia obst�trica mayor en un hospital especializado en la mujer, la toma de calcio ionizado y de exceso de base se tom� de la primera gasometr�a al inicio de la hemorragia durante el procedimiento quir�rgico. El presente estudio demostr� significancia estad�stica entre el calcio ionizado, exceso de base y el volumen sangu�neo obteniendo que la correlaci�n con mayor potencia fue la de calcio ionizado -0.34 y el volumen sangu�neo, presentando una correlaci�n inversa negativa moderada, lo cual se puede interpretar que a mayor d�ficit de calcio ionizado existe una correlaci�n inversa con el volumen de sangrado obst�trico; por otro lado, el exceso de base tambi�n fue estad�sticamente significativo, ya que obtuvimos una correlaci�n d�bil de -0.29, demostrando que los niveles de exceso de base negativos tambi�n tiene relaci�n con el volumen de sangrado en pacientes con sangrado obst�trico mayor pero con un poder de correlaci�n m�s d�bil.

La variable con mayor potencia en la correlaci�n fue el calcio ionizado sobre el exceso de base como se ha demostrado en m�ltiples estudios donde han observado que los niveles de calcio ionizado est�n relacionados con el sangrado obst�trico mayor.

El calcio puede tener un rol en las contracciones uterinas, en un estadio in vitro la normocalcemia se asoci� a mejor contracci�n uterina en contraste con personas que presentaron hipocalcemia, Danny E. lo menciona en su estudio, los niveles s�ricos bajos de calcio se asocian a mayor riesgo de sangrado independiente.4 Premalahta en su estudio revela que los niveles bajos de calcio se pueden considerar como factor de riesgo para presentar aton�a uterina, sugiere en su estudio la administraci�n de al menos 8 mg de gluconato de calcio en el segundo estadio de parto para prevenir sangrado obst�trico mayor.6 En un estudio publicado en Australia demostr� que niveles bajos de calcio ionizado incrementa significativamente en el beb� bajo peso al nacer, talla baja e hipertensi�n arterial en la madre. Oguaka V. en su art�culo Serum calcium in primary postpartum haemorrhage concuerda con nuestro estudio, se observa que la hipocalcemia ocurre en la mayor�a de las pacientes en las que se presenta hemorragia obst�trica mayor primaria y que existe una relaci�n entre la hipocalcemia y el sangrado obst�trico mayor.11 En un estudio realizado en Jap�n encontraron tambi�n que el exceso de base es un factor predictor independiente para requerir transfusi�n masiva,15 as� como Junfang Qi en su estudio publicado en 2021 donde encontr� una correlaci�n estad�stica entre el exceso de base y el lactato y la mortalidad de los pacientes a las 72 horas en el trauma m�ltiple.16 Toshiro Imamoto en su estudio titulado Effect of ionized calcium level on short-term prognosis in severe multiple trauma patients: a clinical study observ� que en el manejo de pacientes con choque hemorr�gico una correcci�n agresiva de calcio en las primeras 24 horas mejora los resultados a corto plazo.17



CONCLUSIONES

El calcio ionizado y el exceso de base tienen correlaci�n negativa respecto a los vol�menes de sangrado obst�trico, la variable que demostr� mayor potencia correlacional con el volumen sangu�neo fue el calcio ionizado, el exceso de base present� una correlaci�n baja para los vol�menes de sangre. Es importante determinar los niveles de calcio ionizado en pacientes que presentan hemorragia obst�trica mayor, as� como conocer la correlaci�n negativa que existe entre los niveles bajos de calcio ionizado y el riesgo de sangrado obst�trico mayor.


REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)

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AFILIACIONES

1 Hospital de la Mujer. Secretar�a de Salud (SSA). Morelia, Michoac�n, M�xico.



CORRESPONDENCIA

Jorge Luis Medina L�pez. E-mail: [email protected]




Recibido: 13/05/2024. Aceptado: 04/07/2024.

Figura 1
Figura 2
Tabla 1

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