2024, Número 1-4
Obstrucci�n intestinal por bazo accesorio. Reporte de caso
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 9
Paginas: 10-13
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RESUMEN
Introducci�n: el bazo accesorio es una entidad rara resultado de una falla en la fusi�n de las yemas espl�nicas. El tama�o es variable con curso indolente asintom�tico, sin embargo, puede generar sintomatolog�a secundaria a torsi�n, ruptura, hemorragia o simular neoplasias. Caso cl�nico: se presenta el caso de paciente femenino de 43 a�os con cuadro de oclusi�n intestinal secundario a masa en fosa iliaca derecha que fue manejada mediante abordaje laparosc�pico, realizando hemicolectom�a derecha con ileostom�a terminal. Los resultados histopatol�gicos demostraron un bazo accesorio con acentuada congesti�n. Conclusiones: el bazo accesorio es una entidad rara poco frecuente, por lo general con curso indolente, a pesar de no ser una causa com�n de oclusi�n intestinal es importante considerar esta patolog�a como causa de oclusi�n intestinal.INTRODUCCI�N
El bazo accesorio, tambi�n conocido como bazo supranumerario, se considera una afecci�n cong�nita resultado de una falla en la fusi�n de las yemas espl�nicas primordiales en el lado izquierdo del mesogastrio dorsal durante la quinta semana de gestaci�n.1 Se define como un bazo o l�bulo espl�nico de localizaci�n ect�pica.1,2 La localizaci�n de dicho tejido es muy variable, los sitios donde se observan con mayor frecuencia son el hilio espl�nico, el mesenterio, a lo largo de los vasos omentales o espl�nicos, la cola del p�ncreas, entre otras.1,3-5
Tiene una incidencia de 10 a 30% de la poblaci�n, el tama�o es variable con curso indolente y asintom�tico, son localizados como hallazgo incidental u ocasional sintomatolog�a secundaria a torsi�n, ruptura o hemorragia, as� como simular neoplasias. La importancia de reconocerlos e identificarlos radica en la posibilidad de que en algunas situaciones pueden ocasionar trastornos hematol�gicos.2
Se presenta el caso de una paciente con diagn�stico de oclusi�n intestinal secundario a bazo accesorio, el abordaje diagn�stico y el terap�utico, as� como las caracter�sticas histopatol�gicas observadas.
PRESENTACI�N DEL CASO
Se trata de paciente femenino de 43 a�os, que refiere hipertensi�n arterial sist�mica, y como antecedentes quir�rgicos plastia umbilical. Acudi� al servicio de urgencias por referir cuadro de tres semanas de evoluci�n con dolor abdominal generalizado de intensidad 10/10 en la escala visual an�loga (EVA), acompa�ado de v�mito, intolerancia a la v�a oral, dificultad para evacuar y canalizar gases.
A la exploraci�n f�sica con signos vitales 170/90 mmHg, frecuencia cardiaca 110 lpm, frecuencia respiratoria 21 rpm, saturaci�n de ox�geno 91%, temperatura 37 �C. Abdomen globoso a expensas de distensi�n abdominal, peristalsis ausente, dolor a la palpaci�n superficial, timpanismo a la percusi�n.
Se inici� abordaje diagn�stico, se realizaron estudios de laboratorio y se obtuvieron cifras de leucocitos 9.08 � 103/mm3, hemoglobina 8.9 mg/dL, plaquetas 408 � 103/mm3, prote�na C reactiva 42.4 mg/L. Se complement� el abordaje con estudios de gabinete, se inici� con radiograf�as de abdomen, observando datos de oclusi�n intestinal tales como m�ltiples niveles hidroa�reos y ausencia de gas distal. Ante tales hallazgos, se decidi� realizar tomograf�a de abdomen, la cual report� obstrucci�n intestinal, sin descartar origen neopl�sico con ganglios centinelas mesent�ricos (Figuras 1 y 2).
Ingres� con diagn�stico de oclusi�n intestinal secundaria a tumoraci�n en estudio, para realizar laparoscop�a diagn�stica a proceder. Dentro de los hallazgos quir�rgicos se evidenci� dilataci�n importante de asas de intestino delgado con zona de transici�n a nivel de �leon terminal, se observ� una masa a nivel del mesenterio de �leon terminal (Figura 3A y B).
Se realiz� hemicolectom�a derecha m�s ileostom�a terminal. Evolucion� satisfactoriamente y se decidi� su egreso, dados los hallazgos histopatol�gicos benignos, se realiz� restituci�n de tr�nsito intestinal cuatro semanas despu�s de la intervenci�n primaria.
El reporte anatomopatol�gico definitivo fue concluyente para apendicitis incipiente, bazo accesorio con acentuada congesti�n de 4 cm de di�metro, localizado en mesocolon de regi�n pericecal (Figura 4). �leon con congesti�n de la submucosa. Seis ganglios linf�ticos con acentuada congesti�n.
DISCUSI�N
La oclusi�n intestinal representa 20% de las admisiones por urgencia y la causa m�s com�n, hasta en 80% de los casos, son adherencias. Veinticinco por ciento de los pacientes que ingresan con diagn�stico de oclusi�n intestinal ameritar�n manejo quir�rgico en alg�n momento de su hospitalizaci�n.6,7
Los bazos accesorios adoptan su posici�n en la cavidad abdominal siguiendo el trayecto de los ligamentos espl�nicos, debido a la rotaci�n que sufre el intestino y el bazo durante el desarrollo embrionario; los bazos supranumerarios se localizan, por lo general, del lado izquierdo del abdomen.4 La localizaci�n m�s com�n en 50 a 75% de los casos, seg�n lo reportado, es en el hilio espl�nico en el ligamento gastroespl�nico, pero se pueden localizar en la cola del p�ncreas hasta en 20% o en el omento mayor.8 La gran mayor�a de las veces solamente hay uno con una frecuencia de 85%, en 14% se encuentran dos y s�lo en 1% de los casos se encuentran tres o m�s. El tama�o es variable, siendo lo m�s frecuente que se encuentren con tama�os de 2 a 4 cm, solo algunos casos presentan bazos accesorios de hasta 10 cm.4 En nuestro caso se encuentra de manera incidental una masa a nivel del mesenterio del �leon terminal cercano a la v�lvula ileocecal, es decir, del lado derecho, siendo una localizaci�n rara para esta patolog�a. Asimismo, no encontramos reportes en la literatura actual de casos donde un bazo accesorio condicione oclusi�n intestinal en el adulto.
Por lo general, son asintom�ticos, �nicamente han sido localizados por autopsias en 10 a 30%.3,8 La torsi�n e infarto, ruptura con sangrado y la infecci�n con formaci�n de abscesos son complicaciones raras de esta patolog�a. Dichas complicaciones se suelen presentar con sintomatolog�a poco espec�fica con datos de abdomen agudo, respuesta inflamatoria sist�mica y en ocasiones ascitis.4,8 Las manifestaciones cl�nicas se relacionan con tres fen�menos: el primero, la torsi�n provoca estrangulaci�n que conlleva infarto e inflamaci�n; el segundo, con dicha afecci�n al ped�culo que provoca congesti�n vascular, lo que ocasiona edema del bazo accesorio; y por �ltimo, dicho crecimiento puede afectar a �rganos adyacentes por contig�idad. En otras ocasiones s�lo se puede manifestar como un dolor abdominal intermitente.4 En el caso presentado no hubo evidencia macrosc�pica de torsi�n; sin embargo, la cercan�a con la v�lvula ileocecal ocasion� obstrucci�n de la misma, adem�s la paciente refer�a historia de dolor abdominal intermitente.
El diagn�stico preoperatorio es muy complicado. Los hallazgos por tomograf�a suelen ser muy inespec�ficos, dentro de lo que se suele observar por este m�todo de imagen son masas hipodensas con un realce perif�rico a la administraci�n de medio de contraste, es imposible hacer un diagn�stico con certeza a menos que se identifique el ped�culo vascular torcido en caso de una torsi�n. Mediante ultrasonido los hallazgos suelen ser una masa bien definida, hipoecoica y homog�nea, y que mediante ultrasonido Doppler se confirma su estado avascular en caso de torsi�n, sin embargo, no se puede distinguir de un quiste. La resonancia magn�tica tambi�n es un m�todo �til para el diagn�stico, pero poco utilizado debido al contexto de urgencia en el que se suele realizar el abordaje diagn�stico.4 Es de suma importancia ante la sospecha de un bazo accesorio la identificaci�n del bazo principal previo a la resecci�n del bazo accesorio. En nuestro caso se reporta por tomograf�a una masa sin lograr descartar patolog�a neopl�sica.
Microsc�picamente se observa componente de pulpa roja y blanca en relaci�n 3:1, como en el bazo normal. Entre los reportes histol�gicos, estructuralmente, el bazo accesorio es muy similar al bazo normal, se encuentra encapsulado con elementos de m�sculo liso a diferencia de la esplenosis donde no hay evidencia de c�psula y se observan ramas vasculares.5
El tratamiento es la resecci�n, con excepci�n de los casos donde no haya bazo principal. Al presentar sintomatolog�a, el tratamiento quir�rgico de urgencia es lo indicado.2,9 En nuestro caso se realiz� tratamiento de urgencia debido a que la paciente present� datos de oclusi�n intestinal y la sospecha de neoplasia.
CONCLUSIONES
El bazo accesorio es una entidad rara, por lo general con curso indolente. A pesar de no ser una causa com�n de oclusi�n intestinal, este caso demuestra la importancia de considerar esta patolog�a dentro de los diagn�sticos diferenciales de esta entidad.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Servicio de Colon y Recto. Hospital Central Militar.
2 ORCID: 0009-0000-9817-6239
3 ORCID: 0000-0002-1249-4090
CORRESPONDENCIA
Pablo Zer�n-Pontones. E-mail: [email protected]Recibido: 20-03-2024. Aceptado: 08-05-2024.