2007, Número 1
Med Crit 2007; 21 (1)
Problem�tica de la medicina cr�tica en el Distrito Federal
D�az de LPMA, D�az MA, Ar�valo CMR, Moreno SAA, Briones GJC
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 10
Paginas: 15-20
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RESUMEN
Objetivo: Ampliar la limitada informaci�n existente acerca de la repercusi�n de manera integral (f�sica, emocional y econ�mica) del ejercicio de la medicina cr�tica en el m�dico intensivista en la ciudad de M�xico.Introducci�n: La UCI es considerada un lugar estresante para el personal adscrito a ella. Esto se debe a que el cuidado del paciente en estado cr�tico se asocia a dilemas �ticos, defunciones frecuentes y situaciones que requieren toma de decisiones r�pidas y dif�ciles que frecuentemente generan sentimientos de frustraci�n depresi�n y agresividad, adem�s del bajo ingreso econ�mico.
Material y m�todos: Se aplic� una encuesta en forma de interrogatorio directo a 75 especialistas que laboran en 10 hospitales del sector p�blico y privado del Distrito Federal. El cuestionario recopil� datos sobre sexo, edad, a�os de antig�edad, toxicoman�as, padecimientos relacionados con el estr�s, alteraciones de la conducta de acuerdo al DSMIV, as� como n�mero de empleos e ingresos econ�micos mensuales por ellos.
Resultados: Treinta de ellos tienen h�bito tab�quico positivo (40%), treinta y cinco refieren la ingesta de alcohol ocasionalmente (46.6%) y s�lo dos alg�n tipo de estupefaciente (2.6%). Cuarenta y tres sufren de enfermedad acidop�ptica (57.3%), veinticinco padecen colon irritable, cefalea tensional e hipertensi�n arterial sist�mica (33.3% para cada patolog�a). Veintiocho especialistas padecen ansiedad (37.3%), diecis�is se consideran agresivos (21.3%) y veinte manifiestan s�ntomas de depresi�n (26.6%).
Conclusiones: La salud de los m�dicos intensivistas se ve afectada por su estancia en el servicio que laboran, pues sufren de padecimientos relacionados con el estr�s en mayor cantidad y a una edad m�s temprana que el resto de la poblaci�n. As� mismo, la presencia de toxicoman�as y alteraciones de la conducta est�n m�s arraigadas en estos profesionistas de la salud. Estos factores en gran medida est�n asociados a los bajos ingresos econ�micos percibidos.
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